Entrevista a Patricia Conde
La guapa presentadora charla con Rosa Villacastín sobre su trabajo, sus proyectos como empresaria y sus planes personales, entre los que incluye tener hijos a medio plazo.
De familia de artistas –su abuelo estudió Bellas Artes, su tío tenía un teatro donde daba clases, su padre es músico y su madre ex modelo–, Patricia Conde no podía dedicarse a otra cosa que no fuera el mundo del espectáculo. Parte de su carrera está transcurriendo en televisión, un recorrido que la ha ayudado a madurar y a saber que más importante que el dinero y la fama es tener los pies en la tierra. Quizá por eso es por lo que ha decidido diversificar su trabajo colaborando con distintas ONG y creando su propia línea de ropa, que se puede obtener a través de su web (www.patriciacondecollection.es). También es la protagonista de la última campaña de Tampax.
-¿Es consciente de que con la campaña “Chica Tampax” van a hacer algún chiste sobre usted?
-No sé por qué, ya que se trata de un anuncio muy dinámico, divertido, sencillo, alegre y fresco. Hasta ahora conmigo no se ha metido nadie, aunque tengo asumido que algún día lo harán.
-Lógico, teniendo en cuenta cómo se ríen de la gente en “Se lo que hicisteis”.
-Nosotros empezamos por reímos todos los días de nosotros mismos, porque es la única manera de hacer un programa de humor como el que hacemos Ángel Martín y yo, de lo contrario no podríamos dedicarnos a esto.
-El problema es que la competencia no lo entiende de la misma manera que ustedes.
-Ésas son peleas absurdas entre los jefes. Yo soy una simple empleada, a la que no afectan esas cosas. A Ángel y a mí nos dan un guión y nos remitimos a hacer el papel que nos asignan los guionistas. Yo tengo mucho sentido del humor, pero también soy seria, tímida y racional. En el programa lo doy todo, porque tengo que interpretar mil personajes diferentes. El resultado es que hacemos el programa que todos queríamos hacer, muy en la línea de un “Saturday Moonlight”.
-¿Se ha dado el caso de que se enfade alguien por no salir?
-Hace poco, Susanna Griso me decía: “Me encantaba que me sacarais, ya no lo hacéis, estoy indignada con vosotros”. Nosotros no nos metemos con los compañeros sino con el tratamiento que se da a determinadas noticias. Al final, si no nos dejan emitir las imágenes, hacemos un “sketch”.
-¿Esperaban el éxito que han tenido?
-No, yo no suelo esperar muchas cosas de la vida, para no decepcionarme después. Nosotros empezamos muy humildemente, casi de una manera familiar. Sabemos que hoy es un proyecto que va bien, lo que no quiere decir que vaya a ir bien toda la vida.
-¿Tiene tan buena relación con Ángel Martín como parece?
-Sí, somos un grupo muy unido, nos respetamos, nos valoramos, disfrutamos trabajando en lo que nos gusta.
-¿Se siente satisfecha de cómo ha ido creciendo ante las cámaras?
-Durante una época me sentí frustrada porque no me ofrecían lo que a mí me gustaba. Ese tiempo lo aproveché para abrir mi mente. Invertí mis ahorros en viajar, hasta que me llegó el papel que esperaba. Para poder hacer lo que quieres, tienes que actuar con coherencia.
-Eso es fácil decirlo, pero hacerlo…
-Sabía que siempre podía contar con el apoyo de mis padres y de mis abuelos. Eso suponía un alivio muy grande. Yo pertenezco a una familia muy conservadora y, cuando les decía que quería ser actriz, me decían que si estaba loca, pero finalmente he conseguido hacer lo que quería.
¿Cómo fueron sus primeros años en Madrid?
-Difíciles al principio. Yo no me vine a Madrid con sentimiento de pesar, porque en el tema de la afectividad siempre me he sentido bien estando sola. Yo no me permito decir me aburro porque tengo recursos suficientes para no aburrirme.
-¿Qué tal lleva ser famosa?
-Yo centro mi vida en mis amigos, y si me siento en una terraza y la gente me mira, lo asumo con normalidad.
-¿Le molesta ver su vida expuesta?
-Siempre y cuando sea verdad lo que dicen, no me importa. Lo que me produce tristeza es cuando se tienen que inventar la noticia, con lo fácil que es coger el teléfono y llamarme para comprobarlo. Con la verdad se llega a todos los lados, y yo nunca he escondido nada de mi vida, aunque cuido que no me cojan en un renuncio.
-¿Dónde pondría el límite entre lo privado y lo público?
-Si estoy en una presentación y me preguntan si tengo novio y lo tengo, digo que sí. Y si es mi amigo, es mi amigo.
-¿Cómo compatibiliza ser presentadora y empresaria?
-Trabajando mucho y haciendo lo que me gusta. Quizá por eso, las mayores alegrías me las ha dado el trabajo. Por suerte estoy haciendo realidad algunos de mis sueños, como lanzar una línea de ropa, que lleva mi nombre y que me permite ayudar a una buena causa. Decía mi abuelo que si eres buena con la vida, la vida lo será contigo.
-¿Fue él quien le inculcó su vena solidaria?
-Sí, yo empecé a colaborar con la madre Regina en África, mano a mano, pero además soy embajadora de Women Together, que ayuda a potenciar la imagen de la mujer en países en vías de desarrollo, donde queda mucho por hacer. Por eso pienso que la persona que el día de mañana comparta mi vida tendrá que tener los mismos valores que tengo yo.
-¿Tiene pareja?
-No tengo, no.
-Pero sí habrá pensado en tener hijos.
-Sí, porque me encantan los niños. Desde pequeña siempre dije que quería tener dos niñas y dos niños. Ahora soy un poco más realista y pienso en quedarme en dos. Tampoco descarto la idea de adoptar, pero todavía tengo que seguir trabajando un par de años más, porque con un hijo la vida es muy diferente.
-Tiene fama de perfeccionista, ¿lo es?
-En el trabajo quizás sí, en el día a día, no. Lo único que pretendo es ser buena, honesta y tener los pies en la tierra.
-Hacer lo que a una le gusta, ¿es un placer?
-¡Claro! A la vuelta del verano empezaré a prepararme para hacer una nueva obra de teatro y eso, haciendo un programa diario, implica ir del teatro a la cama y de la cama a la tele.
-¿Le pide mucho a la vida?
-No, me da miedo pedirle cosas porque pienso: “Cuidado con lo que deseas que se puede hacer realidad”. Pido lo que todo el mundo, salud para mí y para la gente a la que quiero.
-Siempre con pensamientos positivos.
-Sí, pero sin ocultar lo negativo. Algo que me llama la atención es que nadie nos prepara para morir. La muerte es un tema más tabú que el sexo. Vivimos en un mundo en que nos sentimos inmortales.
-Un consejo para quienes desean seguir sus pasos.
-A los jóvenes les recomiendo leer mucho y viajar más, porque ambas cosas te ayudan a crecer como ser humano.
La foto favorita de Patricia
“No me encuentro especialmente favorecida en esta imagen, ni la foto es muy bonita, pero me gusta porque es el recuerdo de unas vacaciones increíbles”.
